La multidisciplinariedad del turismo

El turismo se ha reconocido recientemente como un área legítima de análisis académico. La importancia que éste ha mostrado en sus diferentes dimensiones ha generado atención alrededor del mundo. Así, se han desarrollado trabajos de investigación exclusivos al estudio sistemático de sus varios aspectos. La existencia de libros de texto, revistas especializadas, congresos académicos, instituciones y programas de estudio enfocados exclusivamente al turismo es un claro indicador de su relevancia como objeto de estudio.

Si bien la importancia académica del turismo se ha definido claramente, la naturaleza de su conocimiento permanece aún en cuestión. Desde una perspectiva epistemológica, el turismo carece de bases teóricas que fundamenten su evolución como campo de conocimiento (Tribe, 1997). Debido a la naturaleza del turismo como objeto de estudio, existe divergencia en su denominación. Mientras que algunos han erróneamente denominado al turismo una ciencia (Hoerner, 2000), otros lo han catalogado como una disciplina (Leiper, 2000; Jennings, 2001). No obstante, debido a la complejidad que implica la categorización de un conocimiento como ciencia o disciplina tales como la exclusividad conceptual y metodológica, es necesario reconocer que el turismo aún carece de fundamentación teórica y conceptual suficiente que le permitiría convertirse en una disciplina (Cooper et al., 2005). Ante esta debilidad epistemológica, la idea de que el turismo es una disciplina ha sido rechazada por académicos del turismo, y su concepción como simple (y a su vez complejo) campo de estudio ha sido preferida (Tribe, 1997). 

El turismo como campo de estudio se ha conformado por la valiosa aportación de varias disciplinas. Los conceptos y postulaciones teóricas del turismo, así como sus aspectos metodológicos, han sido tradicionalmente iluminados por la contribución de disciplinas y otros campos de estudio como la Sociología, Antropología, Economía, Psicología y Geografía. Debido a las varias dimensiones del turismo, éste ha provisto el espacio académico suficiente para poder ser abordado desde varias perspectivas y ha permitido que varias disciplinas tradicionalmente aborden aspectos que directa o indirectamente se relacionen con las dimensiones económicas, sociales, culturales, políticas y jurídicas del turismo. Esta y otras disciplinas han permitido el entendimiento del turismo en la ausencia de una "disciplina turística" (Jennings, 2001:4).

La participación disciplinaria ha construido conceptos y postulaciones teóricas que representan aspectos del turismo. Esta amplia contribución ha guiado a la generación de conceptos tales como la Sociología del turismo, Antropología del turismo, Economía del turismo y Derecho del turismo; conceptos que, si bien semánticamente tienen sentido, desde una perspectiva epistemológica carecen de fundamentación que las defina como tal. En otras palabras, es necesario reconocer que estrictamente hablando no existe un conjunto de teorías, conceptos y metodologías que construyan, por ejemplo, una Sociología del turismo (Dann y Cohen, 1991). Más que una Sociología, Geografía, Psicología o Derecho del turismo, se debería hablar simplemente de aspectos del turismo que se han abordado desde una perspectiva sociológica, geográfica, psicológica o jurídica, respectivamente. Esta construcción, o mejor dicho "invención" conceptual, ha permitido que otras disciplinas o campos de estudio analicen exclusiva o tangencialmente las dimensiones del turismo y los adecuen a sus intereses disciplinarios. Esto, sin embargo, no implica necesariamente la existencia de subdisciplinas exclusivas del o para el turismo. 

Un ejemplo concreto de esta "invención" conceptual puede representarlo el derecho turístico, concepto que a pesar de ser objeto de análisis de textos completos, sus alcances epistemológicos, al menos desde el campo de estudio del turismo, parecen mantener gran limitación para denominarlo como tal. Una revisión detallada de la literatura revela que el derecho turístico y/o derecho del turismo son conceptos comunes que aparecen frecuentemente en la literatura existente. En este sentido, títulos como Introducción al derecho turístico (León, 2002); Derecho turístico mexicano (Villasenor, 1999); Derecho privado del turismo(Aureoles, 2005); Tratado elemental de derecho turístico (Pérez, 1978), entre otros, han sido objeto de análisis de obras completas.


Tomando en consideración la naturaleza del derecho y del turismo, así como la complejidad que los vínculos entre ambos términos puedan generar, cabe analizar la existencia o inexistencia del derecho turístico, no sólo en su nivel teórico sino también en sus alcances prácticos. Para lograr esto, se requiere partir del análisis de cada uno de los componentes del concepto; es decir, derecho y turismo. De igual manera, es necesario analizar cómo la aplicación del derecho puede insertarse en el turismo, o el turismo en la definición de underecho turístico.