El turismo




A diferencia del derecho, o al menos considerando las definiciones anteriores, el turismo carece de una definición universalmente aceptada. Sus definiciones han dependido ampliamente de las condiciones y requerimientos específicos para los cuales éstas fueron generadas. Sin embargo, se ha senalado que una definición precisa del turismo es necesaria. Burkart y Medlik (1981) específicamente identifican cuatro propósitos principales de una definición precisa del turismo. Primero, el turismo requiere definirse para propósitos de análisis; para poder analizar sistemáticamente al turismo, se requiere inicialmente saber qué es lo que éste abarca y qué excluye. Segundo, una definición precisa es necesaria para propósitos estadísticos; en términos cuantitativos definir al turismo permite determinar qué se mide de un fenómeno y qué no. Tercero, una definición es necesaria para propósitos industriales; la determinación precisa de actividades económicas específicas da paso a estudios de mercado y proveen bases para la formación de organizaciones industriales. Finalmente, el cuarto propósito de una definición del turismo se refiere a la aplicación de aspectos legislativos y administrativos en éste. Una definición precisa del turismo permitirá definir qué legislaciones aplican y cuáles no a actividades específicas. Es entonces precisamente en este cuarto propósito en donde se inserta la necesidad de analizar la existencia de un derecho turístico. Inicialmente se puede plantear que la definición de legislaciones aplicables a ciertas actividades turísticas no implican necesariamente un conjunto de normas que apliquen exclusivamente a éste, lo cual sería indispensable para existencia de un derecho turístico como tal.

Desde una perspectiva conceptual, se requiere analizar los componentes del derecho turístico. Por definición, resulta relevante analizar las concepciones del turismo. En el análisis de las concepciones de turismo, se pueden ubicar claramente dos tipos de definiciones. Por un lado se encuentran las definiciones técnicas y por otro lado las definiciones conceptuales. Analizar ambas definiciones permitirá comprender la relación que el turismo guarda con el contexto jurídico e identificar cómo el derecho se inserta o se excluye en la incorporación del turismo como un todo complejo en sus legislaciones.

Definiciones técnicas

Las definiciones técnicas del turismo se caracterizan por proveer instrumentos para propósitos académicos, estadísticos, legislativos, administrativos e industriales. Parte de su objetivo es proveer definiciones que concentren aspectos cuantificables u operacionales del turismo. Entre estos aspectos se encuentran principalmente tres componentes: el propósito del viaje, el tiempo de estancia y la distancia recorrida. Mantener indicadores acerca del propósito de los viajes permite mantener las razones o motivos por las cuales se están generando dichos desplazamientos. En definiciones técnicas es importante reconocer los periodos mínimos y máximos requeridos para catalogar una actividad como turística u otro rol de los viajes y por consiguiente catalogar cuándo un individuo puede ser considerado turista y cuándo no. Finalmente, la distancia recorrida puede fungir como elemento determinante en la catalogación del turismo. Las distancias recorridas pueden determinar si se trata de un desplazamiento turístico o simplemente de excursiones; asimismo, las distancias recorridas, desde una perspectiva política,  definen ampliamente las tipologías del turismo (e.g. doméstico, internacional).

Las definiciones técnicas del turismo se han generado principalmente para efectos operacionales, es decir, para la concentración de cifras, y como lo muestran las definiciones existentes del derecho turístico, para la determinación de qué legislar y qué no,  a partir de indicadores en su definición. Dichas definiciones se han generado a partir de necesidades específicas de medición de los movimientos turísticos. De esta manera, en 1991 la Organización M undial de Turismo (OMT, 1995:1) senala que un requisito  para que las mediciones estadísticas sobre el turismo sean significativas, se debe tener claro qué exactamente se está midiendo. Así, la OMT define al turismo como "las actividades de personas que viajan hacia y permanecen en lugares fuera de su lugar habitual por no más de un ano consecutivo con propósitos de ocio, negocios y otros". El énfasis que esta definición pone en la temporalidad del desplazamiento permite catalogar quién es un turista y quién no y de esta manera mantener registros estadísticos de estos movimientos que se realizan bajo dichas condiciones y, como se verá posteriormente, en la aplicación jurídica de éste. En este mismo contexto, y reconociendo que un elemento común en las definiciones de turismo es la visita temporal, Tribe (1995:2) define al turismo como un desplazamiento temporal hacia destinos fuera de su lugar de residencia habitual por al menos una noche con propósitos de ocio, vacaciones, negocios, entre otros. Esta segunda definición permite identificar a partir del propósito del viaje qué desplazamientos son de carácter turístico y cuáles no; de igual manera, al mantener que el desplazamiento debe tener una duración mínima de una noche excluye otros desplazamientos breves con carácter turístico.  
Si bien las definiciones técnicas han mostrado ser de gran utilidad en los registros estadísticos del turismo principalmente a nivel internacional y nacional, éstas muestran debilidades. Por un lado, sus análisis no incorporan elementos más que al turista, que si bien es un elemento esencial en la legislación del derecho turístico, éste es uno y sólo uno de los varios componentes que conforman el turismo. Esta perspectiva resulta ser simplista toda vez que reduce la complejidad del turismo a uno de sus elementos y sus actividades (i.e. desplazamiento, tiempo, propósito). Por otro lado, estas definiciones no han sido adoptadas universalmente ni por las autoridades gubernamentales ni por la comunidad académica. Esto significa que su aplicación es limitada. Ante esta debilidad, se han propuesto definiciones conceptuales más integrales que buscan reconocer la complejidad del turismo a partir de la integración de todos sus elementos.

Definiciones conceptuales

Por su parte, lejos de generarse con propósitos  estadísticos,  las definiciones conceptuales buscan abarcar la complejidad del turismo. Estas definiciones no concentran su contenido en indicadores cuantificables, sino en la complejidad y los elementos cualitativos del turismo. De acuerdo con Burkart y Medlik (1981), se pueden identificar cinco características principales en las definiciones conceptuales: i) el turismo surge del movimiento de personas hacia y su estancia en un destino; ii) el viaje hacia así como su estancia y las actividades en el destino son elementos básicos del turismo; iii) el turismo involucra actividades distintas de aquéllas realizadas en los espacios de residencia habitual; iv) el desplazamiento es de carácter temporal; y v) los propósitos son diferentes a la intención de estancia permanente o empleo remunerado en el destino. Estas características, al mencionar que el desplazamiento es de carácter temporal más no restringir dicha temporalidad  a mínimos y máximos, dan pauta a reconocer que el turismo no es sencillo de determinar en periodos de tiempo. De igual manera, manifiestan que las actividades generadas en el espacio visitado también forman parte importante del turismo, actividades muy diversas que comúnmente se opacan en las definiciones técnicas.

De forma similar, Wall y Mathieson (2006:19) reconocen que el turismo es un fenómeno multifacético y que se compone principalmente de tres elementos: i) un elemento dinámico que involucra las decisiones de los viajes y los varios factores de carácter social, económico e institucional que determinan dichas decisiones; ii) la estancia en el destino que incluye la interacción con los sistemas económicos, ambientales y sociales del destino; y iii) un elemento consecuencial que resulta de los dos componentes anteriores y que se relaciona con los efectos en lo susbsistemas económico, social y ambiental con los que el turista está directa o indirectamente en contacto.

Con base en las observaciones de Burkart y Medlik (1981) y Wall y Mathieson (2006), se reconoce que el turismo va mucho más allá de aspectos operacionales; es decir, del desplazamiento de los individuos, la duración de su estancia y los propósitos de éste. El turismo, desde una perspectiva holística, se considera un sistema complejo que abarca varios elementos con características únicas e interrelaciones que se conjugan con los sistemas sociales, económicos, políticos, culturales y ecológicos para conformar la complejidad del fenómeno. Las definiciones conceptuales han buscado reflejar esta complejidad y rebasar la simplicidad técnica del desplazamiento de individuos.

En este marco, Goeldner y Ritchie (2009:6) proponen que el turismo puede definirse como "los procesos, actividades, y consecuencias que surgen de las relaciones e interacciones entre turistas, proveedores de servicios, gobiernos locales, comunidades anfitrionas, y entornos que se involucran en la atracción y recibimiento de visitantes". De forma similar, aun y desde perspectivas económicas aisladas, Ryan (2003:26) concibe al turismo como la demanda y la oferta de hospedaje y servicios complementarios para aquellos que permanecen fuera de su lugar de residencia, y los patrones resultantes de esto incluyendo los gastos, creación de ingresos y empleo; en su definición también incorpora aspectos relevante del turismo que no se consideran en definiciones técnicas, entre ellos se ubican las consecuencias sociales, culturales y ambientales que surgen de las visitas así como los cambios psicológicos que resultan tanto para los visitantes como para los anfitriones. Es todo este conjunto complejo lo que compone al turismo.

Aunque generar una definición conceptual que reúna las varias dimensiones y la complejidad del turismo ha sido imposible, estas definiciones resultan ser más fructíferas en el análisis, gestión, planificación y regulación legislativa de éste. Reconocer los distintos elementos así como las relaciones que se generan entre éstos permitirá tener una comprensión más acertada e integral para aspectos teóricos y prácticos.